He aquí por qué:
* Temperatura corporal: Su cuerpo mantiene una temperatura central de alrededor de 98.6 ° F (37 ° C). Esto está muy por encima del punto de congelación del agua (32 ° F o 0 ° C).
* moco: El revestimiento de sus pulmones está recubierto de moco, lo que ayuda a atrapar partículas extrañas y mantener las vías respiratorias húmedas. Este moco también ayuda a regular la temperatura y la humedad dentro de los pulmones, evitando la formación de hielo.
* Respiración: El aire en el que respira se calienta y humidifica por su cuerpo antes de que llegue a sus pulmones. Este proceso reduce aún más la posibilidad de formación de hielo.
Si bien es posible que se formen los cristales de hielo en el aire que respira en ambientes extremadamente fríos, no se formarán dentro de sus pulmones.