Seguridad:
* Preveniendo la contaminación: Desarrollan materiales y recubrimientos que protegen los alimentos de las bacterias, los hongos y otros microorganismos que pueden causar deterioro y enfermedad. Esto es especialmente importante para artículos perecederos como carne, aves de corral y productos lácteos.
* Control de migración: Analizan el potencial de productos químicos del material de envasado para migrar a los alimentos, asegurando que no contenga sustancias dañinas.
* Propiedades de barrera: Crean envases que bloquean el oxígeno, la humedad y la luz, lo que puede degradar los alimentos y afectar su sabor, textura y valor nutricional.
Calidad y frescura:
* Preservando sabor y textura: El embalaje puede ayudar a mantener las condiciones óptimas para los alimentos, evitando cambios en el sabor, la textura y la apariencia que ocurren durante el almacenamiento.
* Extender la vida útil del estante: Los químicos desarrollan envases que ralentizan el proceso de deterioro, permitiendo que los alimentos se mantengan frescos por períodos más largos. Esto reduce los desechos y garantiza la disponibilidad.
* Control de condiciones atmosféricas: El embalaje de atmósfera modificado (MAP) se utiliza para alterar la composición de gas dentro del paquete, optimizar el entorno para alimentos específicos y mejorar su calidad y vida útil.
Sostenibilidad:
* Desarrollo de envases ecológicos: Los químicos se esfuerzan por crear materiales de embalaje que sean biodegradables, compostables o reciclables, reduciendo el impacto ambiental de los desechos de envases de alimentos.
* Minimizar el uso del material: Trabajan para optimizar los diseños de empaque, utilizando menos material mientras mantienen la protección y la funcionalidad requeridas.
Conveniencia y funcionalidad:
* Facilidad de uso: Los químicos ayudan a diseñar el embalaje que es conveniente para los consumidores, como contenedores fáciles de abrir, bolsas resellables y porciones que son adecuadas para comidas individuales.
* Transporte y almacenamiento: Se aseguran de que el embalaje sea lo suficientemente duradero como para soportar los rigores del envío y el almacenamiento, evitando daños a los productos alimenticios.
En esencia, los químicos de envases de alimentos juegan un papel fundamental en nuestro sistema de alimentos, asegurando que los alimentos que consumamos sean seguros, nutritivos y agradables, al tiempo que contribuyen a la sostenibilidad y la conveniencia.