* Color: Las impurezas a menudo contribuyen al color de un cristal. Más impurezas pueden conducir a un color más intenso o más oscuro, o incluso a una distribución de color más moteada o desigual.
* Claridad: Las impurezas pueden dispersar la luz, haciendo que el cristal parezca menos claro y más turbio. Esto es especialmente cierto para las impurezas que son diferentes en el índice de refracción del material cristalino principal.
* Transparencia: Una alta concentración de impurezas puede hacer un cristal opaco, lo que significa que la luz no puede pasar a través de ella.
* Luster: Las impurezas pueden afectar la superficie de un cristal, apagando su brillo o brillo.
Ejemplos:
* cuarzo: Un cristal de cuarzo claro y puro será transparente y tendrá un brillo brillante y vidrioso. Sin embargo, un cuarzo ahumado tiene impurezas que le dan un color marrón y pueden hacer que parezca menos transparente.
* Amethyst: Los cristales de amatista puros son claros y tienen un color morado profundo. Las impurezas pueden conducir a un color más ligero y lechoso o incluso un tinte parduzco.
* Emerald: Los cristales esmeraldas son conocidos por su color verde, pero las impurezas pueden conducir a un verde más opaco y menos vibrante.
Sin embargo, es importante tener en cuenta:
* No todas las impurezas son malas. Algunas impurezas pueden mejorar la belleza de un cristal, como las inclusiones que crean patrones únicos o agregan interés visual.
* El tipo de impureza y su concentración juegan un papel en cómo afecta la apariencia del cristal. Algunas impurezas son más notables que otras.
En última instancia, la belleza de un cristal es subjetiva y depende de las preferencias individuales. Algunas personas prefieren la belleza única de los cristales con inclusiones, mientras que otras prefieren la claridad y el brillo de los cristales puros.