1. CFCS en la atmósfera:
* Los CFC, una vez ampliamente utilizados en refrigerantes, aerosoles y otras aplicaciones, son muy estables y pueden persistir en la atmósfera durante décadas.
* Eventualmente se elevan a la estratosfera, la capa de la atmósfera que contiene la capa de ozono.
2. Radiación UV y desglose CFC:
* En la estratosfera, la radiación ultravioleta (UV) del sol descompone las moléculas CFC.
* Este proceso libera átomos de cloro (CL).
3. Agotamiento del ozono:
* Los átomos de cloro son altamente reactivos y actúan como catalizadores en una reacción en cadena que destruye las moléculas de ozono (O3).
* Un solo átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono.
* La reacción implica los siguientes pasos:
* CL + O3 -> CLO + O2
* Clo + o -> cl + o2
* El resultado neto es la conversión de ozono a oxígeno, agotando la capa de ozono.
El agujero de ozono:
* El agotamiento del ozono es más severo sobre la Antártida, donde las temperaturas frías crean condiciones que favorecen la formación de nubes estratosféricas polares. Estas nubes proporcionan superficies para la formación de compuestos que contienen cloro que aceleran la destrucción del ozono.
Acción internacional:
* El Protocolo de Montreal, un tratado internacional firmado en 1987, eliminó la producción y el uso de sustancias que agotan el ozono como CFC.
* Esta acción ha tenido mucho éxito en la velocidad del agotamiento de la capa de ozono, y se espera que se recupere a los niveles anteriores a 1980 a mediados de siglo.
En resumen: Los CFC, a través de su desglose en la estratosfera y la liberación de átomos de cloro, juegan un papel clave en el agotamiento del ozono. Este proceso tiene consecuencias significativas para la salud humana y el medio ambiente, destacando la importancia de proteger la capa de ozono.