* Los átomos nunca se destruyen o vaporizan: Esto se debe a la Ley de conservación de la masa , que los estados de esa materia no pueden ser creados o destruidos en reacciones químicas ordinarias. Los átomos simplemente cambian su disposición y unión para formar nuevas moléculas.
* Los átomos se pueden ionizar: La ionización implica la ganancia o pérdida de electrones por un átomo, creando una especie cargada llamada ion. Muchas reacciones químicas implican la formación de iones, especialmente en soluciones.
* Los átomos se pueden reorganizar: Este es el núcleo de las reacciones químicas. Los átomos se unen de diferentes maneras para formar nuevas moléculas con diferentes propiedades. Este reordenamiento puede implicar romper los enlaces existentes y formar nuevos.
Ejemplos:
* Combustión: En la quema de madera, los átomos de carbono en la madera se combinan con átomos de oxígeno del aire para formar dióxido de carbono. Los átomos en sí no están destruidos, pero se reorganizan para formar una nueva molécula.
* Electrólisis del agua: Pasar electricidad a través del agua hace que las moléculas de agua se descompongan en hidrógeno y gas oxígeno. Aquí, los átomos de hidrógeno y oxígeno no se destruyen, sino que se reorganizan e ionizan.
Punto clave: Si bien los átomos nunca se destruyen o se vaporizan en reacciones químicas, pueden ser ionizadas y su disposición dentro de las moléculas se pueden alterar drásticamente.