Así es como funciona:
* Evaporación: Las moléculas de agua en la superficie líquida tienen suficiente energía para liberarse y ingresar a la fase gaseosa (vapor de agua).
* condensación: Simultáneamente, las moléculas de vapor de agua en el aire sobre el líquido chocan con la superficie y se condensan nuevamente en la fase líquida.
Equilibrio: Las tasas de evaporación y condensación se vuelven iguales, lo que significa que el número de moléculas de agua que ingresan a la fase gaseosa es igual al número que regresa a la fase líquida. Esto crea un equilibrio dinámico donde la cantidad de agua líquida y vapor de agua en el recipiente permanece constante.
Factores que afectan el equilibrio:
* Temperatura: El aumento de la temperatura favorece la evaporación, cambiando el equilibrio hacia la fase gaseosa.
* Presión: El aumento de la presión favorece la condensación, cambiando el equilibrio hacia la fase líquida.
Visualización del equilibrio:
Imagine un vaso de agua con una tapa. No puedes ver el vapor de agua en el aire sobre el agua, pero está ahí. La tasa de moléculas de agua que escapan del líquido se equilibra con la velocidad de las moléculas de agua que regresan al líquido. Este es un estado estable, y las cantidades de líquido y gas permanecen relativamente constantes.
Este ejemplo demuestra la naturaleza dinámica del equilibrio, donde los procesos opuestos ocurren a tasas iguales, lo que resulta en un estado aparentemente inmutable.