Química pura:
* Comprender la química del cabello: Esto implica estudiar la composición química del cabello, incluidas sus proteínas (queratina), lípidos y contenido de agua. Este conocimiento es crucial para comprender cómo los diferentes ingredientes interactúan con el cabello y afectan su estructura.
* Diseño y sintetización de ingredientes: Los químicos crean nuevas moléculas o modifican las existentes para desarrollar ingredientes con propiedades específicas, como humectantes (atraer humedad), emolientes (suavizar el cabello) o rellenos de proteínas.
Química aplicada:
* Formulando el champú: Esto implica combinar ingredientes en proporciones específicas y utilizar los principios de la química para crear un champú estable y efectivo. Esto incluye comprender el papel de los tensioactivos (agentes de limpieza), control de pH y viscosidad.
* Prueba del champú: Los científicos realizan pruebas rigurosas para evaluar la efectividad del champú en hidratar, reparar y proteger el cabello seco o dañado. Esto implica evaluar su capacidad de limpieza, capacidad de mejorar la textura del cabello y el potencial de irritación.
* Vida de embalaje y estante: Las condiciones de empaque y almacenamiento del champú también se guían por la química para garantizar su estabilidad y efectividad con el tiempo.
En esencia, el desarrollo de un champú requiere una comprensión profunda de la química del cabello y los principios de formular productos, lo que lo convierte en un campo que combina la química pura y aplicada.