Deposición atmosférica Se refiere al proceso mediante el cual los contaminantes y otros materiales se depositan desde la atmósfera a la superficie de la Tierra. Esto puede ocurrir a través de una variedad de mecanismos, incluida la deposición húmeda (lluvia, nieve, aguanieve o niebla), la deposición seca (polvo, humo o polen) y la deposición de nubes (condensación de vapor de agua en las superficies).
Deposición en el océano Se refiere al proceso mediante el cual los sedimentos son transportados por las corrientes oceánicas y depositados en el fondo del océano. Esto puede ocurrir a través de una variedad de mecanismos, incluidas las corrientes de turbidez (avalanchas submarinas), las corrientes del fondo y la acción de las olas.
Deposición de tierras Se refiere al proceso mediante el cual los sedimentos son transportados por el viento, el agua o el hielo y depositados en la tierra. Esto puede ocurrir a través de una variedad de mecanismos, incluida la deposición fluvial (ríos y arroyos), la deposición eólica (viento), la deposición glacial (hielo) y la deposición coluvial (gravedad).
La deposición es un proceso importante en muchos sistemas naturales y puede tener un impacto significativo en el medio ambiente. Por ejemplo, la deposición atmosférica puede contribuir a la contaminación del aire, la lluvia ácida y el cambio climático. La deposición oceánica puede contribuir a la formación de hábitats marinos, como arrecifes de coral y praderas marinas. La deposición de tierra puede contribuir a la formación de deltas, llanuras aluviales y dunas de arena.
La deposición también es un proceso importante en muchas aplicaciones industriales y de ingeniería. Por ejemplo, la deposición se utiliza para aplicar revestimientos a superficies, como pintura, barniz y esmalte. La deposición también se utiliza para fabricar materiales, como semiconductores, películas delgadas y células solares.