El fosfato de codeína es un alcaloide natural que se encuentra en la planta de adormidera. Es un derivado metilado de la morfina y tiene un efecto similar en el organismo. La codeína es un opioide menos potente que la morfina y normalmente se utiliza para el dolor más leve. Se puede tomar por vía oral y, por lo general, comienza a hacer efecto en 30 a 60 minutos. Los efectos de la codeína pueden durar hasta 4-6 horas.
La dihidrocodeína es un opioide semisintético que se deriva de la codeína. Es más potente que la codeína, pero también es menos probable que cause efectos secundarios como náuseas y estreñimiento. La dihidrocodeína se utiliza normalmente para el dolor de moderado a intenso. Se puede tomar por vía oral y, por lo general, comienza a hacer efecto en 15 a 30 minutos. Los efectos de la dihidrocodeína pueden durar hasta 4-6 horas.
Una de las principales diferencias entre el fosfato de codeína y la dihidrocodeína es su potencia. La dihidrocodeína es aproximadamente dos veces más potente que la codeína, por lo que se necesita una dosis más baja para lograr el mismo nivel de alivio del dolor. Otra diferencia es la duración de la acción. La dihidrocodeína tiene una duración de acción más corta que la codeína, por lo que es posible que sea necesario tomarla con más frecuencia.
Finalmente, el fosfato de codeína y la dihidrocodeína tienen diferentes perfiles de efectos secundarios. Es más probable que la codeína cause efectos secundarios como náuseas, vómitos, estreñimiento y mareos. Es menos probable que la dihidrocodeína cause estos efectos secundarios, pero aún así puede causarlos en algunas personas.
En general, el fosfato de codeína y la dihidrocodeína son opioides eficaces para aliviar el dolor. Sin embargo, tienen algunas diferencias en términos de potencia, duración de acción y perfil de efectos secundarios. El mejor opioide para un paciente en particular dependerá de sus necesidades individuales.