1. Conducción :En este proceso, la energía térmica se transfiere directamente a través del contacto físico entre el sólido y el líquido. Las moléculas sólidas que están en contacto directo con las moléculas líquidas vibran y chocan entre sí, transfiriendo su energía térmica a las moléculas líquidas. Este proceso es más eficaz cuando las dos sustancias tienen buena conductividad térmica, lo que permite que el calor fluya fácilmente entre ellas.
2. Convección :La convección ocurre cuando las moléculas de líquido calentado cerca de la superficie sólida se vuelven menos densas y ascienden, mientras que las moléculas de líquido más frío descienden para ocupar su lugar. Esto crea un patrón de circulación dentro del líquido, transportando calor desde el sólido a diferentes partes del líquido. La convección es particularmente eficiente en líquidos que tienen baja viscosidad, lo que significa que fluyen fácilmente, lo que permite el movimiento de las corrientes líquidas.
3. Radiación :La transferencia de calor también puede ocurrir a través de radiación térmica, que implica la emisión y absorción de ondas electromagnéticas. En este proceso, el objeto sólido emite radiación infrarroja debido a su mayor temperatura. Las moléculas del líquido pueden absorber esta radiación, convirtiéndola en energía interna y provocando un aumento de temperatura. La tasa de transferencia de calor a través de la radiación depende de factores como el área de la superficie, la temperatura y la emisividad del sólido y el líquido.
En resumen, cuando el calor se transfiere de un sólido a un líquido, puede ocurrir mediante conducción, convección o radiación. Los mecanismos específicos y la eficiencia de la transferencia de calor dependen de las propiedades físicas del sólido y del líquido, así como de la diferencia de temperatura entre las dos sustancias.