El agua hirviendo no es un ejemplo de cambio físico sino más bien un proceso físico conocido como transición de fase. Los cambios físicos implican cambios en la forma o apariencia de una sustancia sin alterar su composición química. Por el contrario, hervir agua implica un cambio de un estado líquido (agua) a un estado gaseoso (vapor de agua), alterando la estructura interna y las propiedades de la sustancia.