En la síntesis de transporte, el ATP se utiliza para impulsar el movimiento de moléculas contra un gradiente de concentración. Este proceso ocurre cuando las moléculas se transportan desde un área de baja concentración a un área de alta concentración. La energía del ATP se utiliza para superar la barrera energética que impide que las moléculas se muevan en contra del gradiente.
En el trabajo mecánico, el ATP se utiliza para generar fuerza y movimiento. Este proceso ocurre cuando los músculos se contraen y relajan. La energía del ATP se utiliza para romper los puentes cruzados que conectan los filamentos de actina y miosina en los músculos, lo que hace que los filamentos se deslicen entre sí y generen movimiento.
En general, el ATP es una molécula vital que proporciona la energía necesaria para muchos procesos celulares esenciales, incluida la síntesis de transporte y el trabajo mecánico. Sin ATP, estos procesos no podrían ocurrir y las células no podrían funcionar correctamente.