El elemento metálico más costoso es el rodio. Es un metal sólido raro, de color blanco plateado, que pertenece al grupo del platino. El rodio se utiliza principalmente en convertidores catalíticos de automóviles para reducir las emisiones nocivas. También se utiliza en joyería, aunque no es tan común como otros metales preciosos como el oro o la plata. El precio del rodio fluctúa según la oferta y la demanda, pero suele ser más caro que el oro y el platino.