1. Daño tisular: Los materiales altamente ácidos (pH bajo) o alcalinos (pH alto) pueden corroer y dañar el tejido humano al contacto. Esto incluye piel, ojos, membranas mucosas y órganos internos. El contacto con estos materiales puede provocar quemaduras graves, irritación y destrucción de tejidos.
2. Reacciones químicas: Las sustancias corrosivas pueden reaccionar con una variedad de materiales, como metales, telas e incluso otros productos químicos, causando daños y potencialmente liberando gases o vapores nocivos.
3. Impacto ambiental: Los materiales con pH alto y bajo pueden afectar el equilibrio del pH del suelo y el agua, alterando los ecosistemas y causando efectos adversos en las plantas y la vida acuática.
4. Riesgos de explosión e incendio: Ciertas sustancias corrosivas, como ácidos o bases fuertes, pueden reaccionar vigorosamente con el agua u otras sustancias, provocando explosiones o incendios.
5. Toxicidad: Algunas sustancias corrosivas, en particular las que contienen metales pesados u otros elementos tóxicos, pueden ser venenosas si se ingieren o se inhalan.
6. Riesgo de derrames químicos: El almacenamiento, transporte y uso de materiales altamente ácidos o alcalinos aumentan el riesgo de derrames o fugas accidentales, lo que podría causar daños a los trabajadores o al medio ambiente.
Para garantizar la seguridad, los materiales peligrosos con valores de pH extremos deben manipularse con la capacitación adecuada, el equipo de protección y el cumplimiento de las pautas de seguridad estándar. Es vital seguir medidas regulatorias para prevenir daños a las personas, la propiedad y el medio ambiente.