1. Añade agua a la pintura. Esto ayudará a diluir la pintura y facilitará su extensión. Asegúrese de agregar agua lentamente y revuelva bien la pintura para evitar grumos.
2. Utilice un diluyente de pintura. Un diluyente de pintura es una sustancia química que puede ayudar a descomponer la pintura y facilitar su extensión. Los diluyentes de pintura se pueden comprar en ferreterías.
3. Calienta la pintura. Calentar la pintura puede ayudar a suavizarla y facilitar su extensión. Puedes calentar la pintura en el microondas o en la estufa. Asegúrate de calentar la pintura lentamente y revolverla constantemente para evitar que se queme.
4. Lija la pintura. Si la pintura es muy dura, es posible que tengas que lijarla para que quede suave. Asegúrese de usar una mascarilla contra el polvo al lijar pintura.
Una vez que hayas suavizado la pintura, puedes extenderla con una brocha o rodillo. Asegúrese de pintar en un área bien ventilada y siga las instrucciones del fabricante para pintar.