1. Hierro (Fe) :El hierro reacciona con el ácido sulfúrico para formar sulfato de hierro, un compuesto soluble que descompone la capa protectora de óxido del metal, lo que provoca una mayor corrosión.
2. Acero (una aleación de hierro, carbono y otros elementos) :El acero también es vulnerable a la corrosión por ácido sulfúrico, especialmente cuando se expone a altas concentraciones o durante un período prolongado.
3. Zinc :El zinc reacciona fácilmente con el ácido sulfúrico, produciendo sulfato de zinc y liberando gas hidrógeno. Esta reacción puede provocar una corrosión y un deterioro importantes de las superficies de zinc.
4. Aluminio (Al) :Aunque el aluminio tiene una capa protectora de óxido que generalmente resiste la corrosión, puede sufrir corrosión con ácido sulfúrico, particularmente a temperaturas más altas o cuando el ácido está concentrado.
5. Cobre (Cu) :El cobre es relativamente resistente a la corrosión por ácido sulfúrico diluido a temperatura ambiente, pero se vuelve más susceptible a la corrosión a medida que aumenta la concentración de ácido o cuando se expone a ácido sulfúrico caliente.
6. Níquel (Ni) :El níquel es moderadamente resistente a la corrosión por ácido sulfúrico, pero aún así puede verse afectado, especialmente por ácido concentrado o a altas temperaturas.
Es importante tener en cuenta que el comportamiento de corrosión de los metales en ácido sulfúrico puede variar según factores como la concentración de ácido, la temperatura, la presencia de impurezas y la composición y metalurgia específicas del metal. Los recubrimientos protectores, los inhibidores y la selección adecuada de materiales son cruciales para mitigar la corrosión en ambientes donde hay ácido sulfúrico presente.