Los principales tipos de combustibles fósiles son:
* Carbón: El carbón se forma a partir de restos de plantas que vivían en bosques pantanosos. Cuando estas plantas murieron, quedaron enterradas bajo capas de sedimentos y sometidas a altas temperaturas y presiones. Con el tiempo, la materia vegetal se transformó en carbón.
* Aceite: El petróleo se forma a partir de restos de pequeños organismos marinos, como algas y plancton. Cuando estos organismos murieron, se hundieron hasta el fondo del océano y quedaron cubiertos por capas de sedimento. Con el tiempo, la materia orgánica de estos organismos se transformó en petróleo.
* Gas natural: El gas natural se forma a partir de restos tanto de plantas como de animales. Cuando estos organismos murieron, quedaron enterrados bajo capas de sedimentos y sometidos a altas temperaturas y presiones. Con el tiempo, la materia orgánica de estos organismos se transformó en gas natural.
Los combustibles fósiles son un recurso no renovable, lo que significa que no pueden ser reemplazados una vez que se agotan. A medida que continuamos utilizando combustibles fósiles, estamos agotando el suministro de estos recursos en la Tierra. Por eso es importante encontrar formas de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y hacer la transición a fuentes de energía renovables.