CS2 es una molécula apolar porque está compuesta por dos átomos de carbono y dos átomos de azufre. Los átomos de carbono están unidos entre sí mediante un doble enlace y los átomos de azufre están unidos entre sí mediante un enlace sencillo. Los electrones de la molécula CS2 están distribuidos uniformemente y no hay regiones de carga positiva o negativa.
El fósforo blanco también es una molécula apolar. Está compuesto por cuatro átomos de fósforo que están unidos entre sí mediante enlaces simples. Los electrones de la molécula de fósforo blanco están distribuidos uniformemente y no hay regiones de carga positiva o negativa.
Como el fósforo blanco y el CS2 son apolares, pueden disolverse entre sí. Cuando se agrega fósforo blanco al CS2, las moléculas no polares del fósforo blanco son atraídas por las moléculas no polares del CS2. Esta atracción es lo suficientemente fuerte como para superar las fuerzas intermoleculares que mantienen unidas las moléculas de fósforo blanco, y el fósforo blanco se disuelve.