1. Volatilidad reducida :Los ésteres con pesos moleculares más altos son generalmente menos volátiles en comparación con los ésteres de peso molecular más bajo. La volatilidad se refiere a la capacidad de una sustancia para vaporizarse y dispersarse en el aire. Los ésteres de menor peso molecular tienen una presión de vapor más alta, lo que les permite evaporarse más fácilmente y liberar su fragancia de manera más efectiva. Por el contrario, los ésteres de mayor peso molecular tienen una presión de vapor más baja, lo que da como resultado una capacidad reducida para vaporizarse y, por tanto, una fragancia más débil.
2. Disminución del umbral de olor :El umbral olfativo de una sustancia es la concentración más baja a la que la nariz humana puede detectar un olor. Los ésteres de mayor peso molecular suelen tener umbrales de olor más altos en comparación con los ésteres de menor peso molecular. Esto significa que se requiere una mayor concentración del éster de mayor peso molecular en el aire para que sea perceptible para el olfato humano.
3. Solubilidad reducida :Los ésteres con pesos moleculares más altos tienden a tener una menor solubilidad en agua y otros disolventes en comparación con los ésteres de peso molecular más bajo. Esta solubilidad reducida afecta su capacidad para difundirse a través del aire y llegar a los receptores olfativos de la nariz. Como resultado, los ésteres de mayor peso molecular pueden ser menos perceptibles y tener una fragancia percibida más débil.
4. Interacciones intermoleculares :Los ésteres de mayor peso molecular tienen fuerzas intermoleculares más fuertes debido a su mayor tamaño y peso molecular. Estas interacciones intermoleculares más fuertes, como las fuerzas de van der Waals y los enlaces de hidrógeno, pueden dificultar la evaporación y difusión de las moléculas de éster, lo que contribuye aún más a su fragancia más débil.
5. Complejidad estructural :Los ésteres con pesos moleculares más altos suelen tener estructuras moleculares más complejas en comparación con los ésteres de peso molecular más bajo. Esta mayor complejidad estructural puede influir en la forma en que el éster interactúa con los receptores olfativos de la nariz, lo que podría provocar una percepción de fragancia más débil o diferente.
En resumen, la combinación de volatilidad reducida, mayor umbral de olor, menor solubilidad, interacciones intermoleculares más fuertes y complejidad estructural contribuyen a las fragancias más débiles típicamente asociadas con ésteres de mayor peso molecular.