La mayoría de las reacciones químicas en las células vivas no están en equilibrio. Las células vivas son entornos muy dinámicos y en constante cambio, y muchas reacciones empujan constantemente hacia el equilibrio pero nunca lo alcanzan. Esto se debe a que las células vivas utilizan constantemente energía para impulsar reacciones químicas que no están en equilibrio, como la síntesis de moléculas complejas y el transporte de moléculas contra gradientes de concentración.