Simbólicamente, la levadura, que hace que el pan suba y se hinche, se asocia con el orgullo, la arrogancia y la autoexaltación. La eliminación de la levadura de los hogares y el consumo de matzá (pan sin levadura) durante Pesaj representan el abandono de estos atributos negativos y la promoción de la humildad y la conexión con lo divino. Por lo tanto, chematz simboliza los aspectos negativos del comportamiento humano que contribuyen a la esclavización de uno mismo y de los demás.