El ácido clorhídrico, un ácido mineral fuerte altamente corrosivo, se encuentra en concentraciones muy bajas en los jugos gástricos del estómago para ayudar en la digestión. Si bien puede ser potencialmente peligroso y se usa con precauciones en entornos industriales y de laboratorio, el ácido clorhídrico en formas diluidas también se puede encontrar comúnmente en varios productos domésticos como limpiadores de inodoros y agentes desincrustantes debido a su eficacia para eliminar la cal y los depósitos minerales. Es importante leer las etiquetas y utilizar dichos productos según las instrucciones del fabricante, asegurando una ventilación adecuada y tomando medidas de seguridad para evitar el contacto con los ojos o la piel al manipularlos.