1. Movimiento del agua:debido al gradiente de concentración, las moléculas de agua se mueven hacia los glóbulos rojos mediante ósmosis. El ambiente hipotónico hace que entre agua a las células en un intento de igualar las concentraciones de soluto en ambos lados de la membrana celular.
2. Hinchazón y expansión:a medida que el agua ingresa a los glóbulos rojos, estos se hinchan y aumentan de tamaño. La membrana celular se estira y se vuelve más delgada debido a la entrada de agua.
3. Pérdida de forma:la forma bicóncava de los glóbulos rojos sanos se pierde y las células comienzan a volverse esféricas. Este cambio de forma es el resultado del aumento de la presión interna causado por la entrada de agua.
4. Hemólisis:si la solución hipotónica está suficientemente diluida o el tiempo de exposición es lo suficientemente largo, los glóbulos rojos pueden hincharse y estallar, un proceso llamado hemólisis. La membrana celular ya no puede soportar la presión interna y se rompe, liberando el contenido de la célula a la solución circundante.
5. Liberación de hemoglobina:como consecuencia de la hemólisis, la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno, se libera al líquido extracelular. Esto puede tener implicaciones para el transporte de oxígeno y puede provocar anemia si se lisa una cantidad significativa de glóbulos rojos.
El grado de hinchazón y hemólisis depende de la tonicidad de la solución hipotónica y de la duración de la exposición. En entornos fisiológicos, los glóbulos rojos encuentran variaciones en las condiciones osmóticas mientras navegan a través de diferentes compartimentos corporales, pero mantienen su integridad estructural debido a diversos mecanismos protectores y sistemas reguladores.