El punto de fusión del cloruro de sodio es 801 °C (1474 °F) y su punto de ebullición es 1413 °C (2575 °F). Estas temperaturas son ciertamente altas, lo que indica los fuertes enlaces iónicos que mantienen unidos los iones de sodio y cloruro. Sin embargo, existen muchos otros compuestos iónicos con puntos de fusión y ebullición mucho más altos.
Por ejemplo, el carburo de tungsteno (WC) tiene un punto de fusión de 2870 °C (5198 °F) y el carburo de hafnio (HfC) tiene un punto de fusión de 3895 °C (7043 °F). De manera similar, se estima que el punto de ebullición del carburo de tungsteno es de alrededor de 6.000 °C (10.832 °F), mientras que se prevé que el punto de ebullición del carburo de hafnio sea de aproximadamente 5.400 °C (9.752 °F).
Estos valores superan con creces los puntos de fusión y ebullición del cloruro de sodio, lo que demuestra que existen numerosos compuestos iónicos con estabilidades térmicas mucho mayores.