1. Yodo:
- Desnaturalización de proteínas: El yodo reacciona y desnaturaliza las proteínas y enzimas esenciales dentro de los microorganismos, alterando su estructura y función. Este proceso daña los componentes celulares y altera las vías metabólicas vitales, lo que lleva a la muerte celular.
- Peroxidación lipídica: El yodo también interactúa con los lípidos insaturados en las membranas celulares microbianas, provocando peroxidación lipídica y daño oxidativo. Esto altera la integridad de la membrana celular, lo que provoca la fuga del contenido celular y la pérdida de la función celular.
- Oxidación directa: El yodo puede oxidar directamente los grupos sulfhidrilo (-SH) de proteínas y enzimas, afectando su actividad y estabilidad. Esto altera varios procesos celulares y perjudica la supervivencia microbiana.
2. Cloro:
- Alteración de las membranas celulares: El cloro reacciona con el agua para formar ácido hipocloroso (HOCl), que es el principal componente activo responsable de sus efectos antimicrobianos. El HOCl penetra fácilmente las membranas celulares de los microorganismos, dañando su estructura y función.
- Desnaturalización de proteínas: Al igual que el yodo, el cloro también desnaturaliza proteínas y enzimas dentro de los microorganismos al oxidar los residuos de aminoácidos esenciales. Esto altera las vías metabólicas y perjudica la función celular.
- Oxidación de moléculas esenciales: El cloro puede oxidar varias moléculas esenciales dentro de las células microbianas, incluidos ácidos nucleicos, lípidos y compuestos que contienen azufre. Este daño oxidativo puede provocar la muerte celular o impedir un mayor crecimiento y reproducción.
- Formación de cloraminas: En presencia de amoníaco o materia orgánica, el cloro puede reaccionar para formar cloraminas. Estos compuestos también pueden exhibir actividad antimicrobiana, aunque pueden ser menos efectivos que el HOCl.
La eficacia antimicrobiana del yodo y el cloro depende de varios factores, incluida la concentración del desinfectante, el tiempo de contacto, la temperatura, el pH y el tipo de microorganismos presentes. Tanto el yodo como el cloro se utilizan ampliamente en diversas aplicaciones de desinfección, incluida la purificación del agua, la desinfección de superficies y entornos médicos, debido a sus propiedades antimicrobianas de amplio espectro.