El carbono y el silicio pertenecen al mismo grupo (Grupo 14) de la tabla periódica, también conocido como familia del carbono o tetrelos. Los elementos dentro del mismo grupo comparten propiedades químicas similares debido a la presencia de la misma cantidad de electrones de valencia (electrones más externos). El carbono tiene cuatro electrones de valencia, lo que le otorga la capacidad de formar enlaces covalentes con otros átomos, permitiéndole formar moléculas diversas y complejas.
El silicio, por otro lado, también tiene cuatro electrones de valencia como el carbono. Esta configuración electrónica similar da como resultado muchas similitudes en su comportamiento químico. Tanto el carbono como el silicio pueden formar enlaces covalentes con otros átomos y crear redes extensas. Por ejemplo, el carbono forma la columna vertebral de las moléculas orgánicas que se encuentran en los organismos vivos, mientras que el silicio forma la base de muchos materiales inorgánicos como la cerámica y los semiconductores.
Aunque el carbono y el silicio comparten estas similitudes, también existen diferencias entre ellos debido a sus posiciones en la tabla periódica. El silicio se encuentra debajo del carbono y es de mayor tamaño, lo que genera diferencias en electronegatividad, reactividad y fuerzas de enlace. Sin embargo, estas diferencias tienden a ser graduales y, en general, el silicio actúa como el sustituto o análogo más cercano al carbono en diversos contextos químicos.