Como referencia, la escala de pH suele oscilar entre 0 y 14, siendo un pH neutro cercano a 7, lo que indica concentraciones iguales de iones H+ y OH-. Los valores inferiores a 7 indican acidez, mientras que los valores superiores a 7 indican basicidad o alcalinidad.
En la vida cotidiana, algunos ejemplos comunes de sustancias con un pH de alrededor de 13 incluyen:
Amoníaco doméstico: El amoníaco doméstico, que suele utilizarse como agente de limpieza, suele tener un nivel de pH que oscila entre 11 y 13, lo que lo hace fuertemente alcalino.
Hidróxido de sodio (lejía): El hidróxido de sodio, comúnmente conocido como lejía, es una sustancia altamente cáustica y puede tener un pH de 13 o más cuando se disuelve en agua.
Limpiadores de hornos: Muchos limpiadores de hornos comerciales son altamente alcalinos, contienen sustancias como hidróxido de sodio y pueden exhibir niveles de pH cercanos a 13.
Limpiadores de hormigón: Algunos limpiadores de concreto están formulados con compuestos alcalinos fuertes, lo que les da un nivel de pH de alrededor de 13 o más.
Vale la pena señalar que la manipulación de sustancias con un pH de 13 o superior requiere precaución, ya que pueden ser peligrosas y corrosivas para la piel, los ojos y otros tejidos. Cuando se trabaja con sustancias tan alcalinas, es esencial adoptar medidas de protección adecuadas, como el uso de guantes, protección ocular y ventilación.