El amoníaco se utiliza en muchos procesos industriales y agrícolas y es uno de los compuestos químicos más producidos en el mundo. En la industria, se emplea en la fabricación de fertilizantes, explosivos, textiles, tintes y productos farmacéuticos. También se utiliza como agente de limpieza industrial y como refrigerante en determinados sistemas de refrigeración.
En agricultura, el amoníaco anhidro se utiliza principalmente como fertilizante a base de nitrógeno, proporcionando nitrógeno para el crecimiento de las plantas. Se puede aplicar a cultivos tanto en aplicaciones previas a la siembra como en aplicaciones laterales. También se puede inyectar directamente al suelo.
El amoníaco anhidro se transporta y almacena ampliamente en grandes cantidades debido a su importancia económica. Sin embargo, debido a que es una sustancia peligrosa, se deben seguir estrictas regulaciones y precauciones de seguridad en los procesos de manipulación y almacenamiento para evitar posibles riesgos y accidentes.