La fuerza de una base se mide comúnmente por su capacidad para donar iones hidróxido (OH-) en una solución acuosa. Cuanto mayor sea la concentración de iones hidróxido, más fuerte será la base.
En el caso del KOH y el NaOH, ambos son hidróxidos metálicos que se disocian fácilmente en agua. Sin embargo, el KOH se disocia más completamente que el NaOH, liberando una mayor concentración de iones hidróxido. Esto significa que el KOH tiene un valor de pH más alto y puede neutralizar más ácido por mol en comparación con el NaOH.
La diferencia de fuerza se puede atribuir a varios factores. Los iones de potasio (K+) son más pequeños que los iones de sodio (Na+), lo que permite que el KOH tenga una red cristalina más compacta y estable. Esto da como resultado una energía reticular más baja para el KOH en comparación con el NaOH, lo que facilita que el KOH se rompa y libere iones de hidróxido en el agua.
Además, los iones de potasio están más fuertemente hidratados que los iones de sodio. La hidratación se refiere a la atracción e interacción entre iones y moléculas de agua. La hidratación más fuerte de los iones de potasio estabiliza la solución de hidróxido de potasio, promoviendo aún más la disociación de KOH y la liberación de iones de hidróxido.
Como resultado de estos factores, el hidróxido de potasio (KOH) generalmente se considera una base más fuerte que el hidróxido de sodio (NaOH).