No, las soluciones líquidas no tienen por qué estar turbias. Una solución es una mezcla homogénea de dos o más sustancias. El soluto es la sustancia que se disuelve en el disolvente. Si el soluto se disuelve completamente en el disolvente, la solución será clara y transparente. Sin embargo, si el soluto no se disuelve completamente, la solución puede quedar turbia u opaca. Esto se debe a que las partículas de soluto no disueltas dispersan la luz, haciendo que la solución parezca turbia.