Además, el azufre también puede provocar problemas durante la combustión del carbón. El azufre puede reaccionar con otros elementos del carbón para formar escoria y cenizas, que pueden acumularse en las paredes de las calderas y otros equipos. Esto puede reducir la eficiencia de la central eléctrica de carbón y provocar mayores costes de mantenimiento.
Por estas razones, el azufre se considera una parte indeseable del carbón y se hacen esfuerzos para eliminarlo del carbón antes de quemarlo. Esto se puede hacer lavando el carbón con agua o utilizando procesos químicos para eliminar el azufre.