1. Preparación y precauciones de seguridad:
- Asegúrese de contar con el equipo de seguridad necesario, como gafas, guantes y bata de laboratorio.
- Trabajar en un área bien ventilada para evitar inhalar vapores ácidos.
2. Calcule la dilución deseada:
- Determinar la concentración final deseada del ácido diluido. Esto le ayudará a calcular el volumen de agua necesario.
3. Elija el contenedor adecuado:
- Seleccionar un recipiente adecuado para el ácido diluido. Se recomiendan recipientes resistentes a los ácidos, como vidrio o polietileno.
4. Agregue agua primero:
- Añade siempre agua al recipiente primero, antes de añadir el ácido concentrado. Esto ayuda a evitar que el ácido salpique o genere vapores peligrosos.
5. Agregue lentamente el ácido:
- Vierta con cuidado el ácido concentrado en el agua, mientras revuelve la mezcla continuamente. Nunca vierta agua en el ácido.
6. Enjuague y revuelva:
- Enjuague el recipiente de ácido con una pequeña cantidad de agua para asegurarse de que se haya transferido todo el ácido y luego agregue esta agua de enjuague a la solución diluida.
- Revuelva bien la solución para asegurar una mezcla uniforme.
7. Etiquete el contenedor:
- Etiquete claramente el recipiente con la concentración del ácido diluido, la fecha y cualquier información de seguridad.
8. Verifique la concentración:
- Si es necesario, utilice un medidor de pH u otro método apropiado para verificar la concentración del ácido diluido.
9. Almacenamiento adecuado:
- Almacenar el ácido diluido en un lugar seguro, alejado de fuentes de calor y productos químicos incompatibles.
Recuerde, la dilución de ácidos puede liberar calor y vapores. Manipule siempre los ácidos con precaución y preste mucha atención a las pautas de seguridad. Si trabaja con ácidos concentrados o grandes volúmenes, es recomendable seguir protocolos de seguridad adicionales específicos de su laboratorio o institución.