El aluminio se considera un metal, no un metaloide. Los metaloides son elementos que tienen propiedades tanto de metales como de no metales, mientras que los metales son elementos que tienen las características asociadas con los metales, como brillo, maleabilidad y alta conductividad térmica y eléctrica. El aluminio exhibe estas características metálicas, lo que lo convierte en un metal en lugar de un metaloide.