Para equilibrar una ecuación química, se agregan coeficientes a los reactivos y productos para ajustar su estequiometría. Estos coeficientes representan las cantidades relativas o moles de cada sustancia involucrada en la reacción. Equilibrar una ecuación implica cambiar estos coeficientes manteniendo la identidad química de los reactivos y productos.
Por ejemplo, considere la ecuación química desequilibrada para la combustión de metano:
$$CH_4 + O_2 → CO_2 + H_2O$$
Para equilibrar esta ecuación, sumamos coeficientes a los reactivos y productos de la siguiente manera:
$$CH_4 + 2O_2 → CO_2 + 2H_2O$$
Ahora, tanto el lado reactivo como el lado producto de la ecuación tienen el mismo número de átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno:
Reactivos:1 C, 4 H, 2 O
Productos:1 C, 4 H, 2 O
Al equilibrar la ecuación, nos aseguramos de que no haya un cambio neto en el número de átomos de cada elemento durante la reacción, manteniendo la ley de conservación de la masa.