Si un isótopo sufre una emisión beta, el número de protones en el núcleo aumenta en uno, mientras que el número de neutrones disminuye en uno. Esto se debe a que una partícula beta (que es esencialmente un electrón) es emitida desde el núcleo, llevándose consigo una carga negativa y nada de masa. Como resultado, la carga total del núcleo aumenta en una unidad, convirtiendo un neutrón en un protón.