1. Disolución :Los disolventes pueden disolver manchas no polares, como aceites y grasas, que no son solubles en agua. Interrumpen las fuerzas intermoleculares que mantienen unidas las moléculas del tinte y les permiten dispersarse en el disolvente.
2. Emulsificación :Los disolventes pueden emulsionar determinadas manchas, como grasas y ceras, formando una mezcla de aceite y agua. El disolvente encapsula las gotas de aceite, evitando que se extiendan y facilitando la eliminación de la mancha.
3. Desengrasante :Los disolventes son eficaces para eliminar la grasa y las manchas aceitosas al disolver las moléculas de lípidos. Descomponen los componentes grasos de la mancha y permiten eliminarlos con agua.
4. Cosolvencia :Algunos disolventes pueden actuar como codisolventes, mejorando la eficacia de otros disolventes o agentes de limpieza. Mejoran la solubilidad de tinciones polares y no polares al alterar la polaridad de la solución.
5. Penetración :Los solventes tienen la capacidad de penetrar profundamente en la tela o material, alcanzando manchas que pueden ser difíciles de eliminar solo con agua. Pueden aflojar y quitar la mancha desde el interior de las fibras.
6. Evaporación :Los disolventes suelen ser volátiles y se evaporan rápidamente sin dejar residuos. Esto ayuda a eliminar la mancha disuelta o emulsionada sin dejar marcas en la tela.
7. Control de olores :Ciertos solventes pueden tener un olor fuerte, pero su rápida evaporación ayuda a minimizar el olor persistente. Algunos disolventes también pueden contener fragancias o agentes neutralizadores de olores.
Es importante tener en cuenta que no todos los disolventes son adecuados para todo tipo de tejido o mancha. Algunos solventes pueden ser fuertes y causar daños o decoloración, especialmente en materiales delicados. Siempre pruebe el solvente en un área pequeña y discreta antes de usarlo en toda la mancha.