Por ejemplo, cuando se quema madera, la reacción química entre la madera y el oxígeno libera energía en forma de luz y calor. La luz es visible como llamas y el calor se puede sentir como calidez.
Otro ejemplo es la reacción entre la luciferina y el oxígeno, que produce luz en las luciérnagas. Esta reacción también produce calor, pero no es tan perceptible como la luz porque la cantidad de calor producida es mucho menor.
En general, cuanta más energía se libere en una reacción química, más luz y calor se producirán.