Además, una jeringa de gas permite realizar mediciones más precisas que una probeta graduada. Esto se debe a que la jeringa de gas tiene un émbolo que se puede utilizar para controlar con precisión el volumen de gas que se mide. Un cilindro medidor no tiene émbolo, por lo que es más difícil controlar el volumen de gas que se está midiendo.
Por lo tanto, cuando el gas es soluble, es mejor utilizar una jeringa de gas que una probeta medidora.