Por ejemplo, a 20 grados centígrados, el agua es líquido, el hielo es sólido y el oxígeno es gaseoso. El punto de fusión del agua es de 0 grados centígrados y su punto de ebullición es de 100 grados centígrados. El punto de fusión del hielo también es de 0 grados centígrados y su punto de ebullición es de 100 grados centígrados. El punto de fusión del oxígeno es -218,4 grados centígrados y su punto de ebullición es -183 grados centígrados.
Por tanto, es incorrecto decir que todas las sustancias son sólidas a 20 grados centígrados. El estado de una sustancia a una temperatura y presión determinadas depende de su punto de fusión y de ebullición.