Si un átomo pierde o gana electrones, se convierte en un ion. Los iones tienen una carga eléctrica neta y están cargados positivamente (cationes) o negativamente (aniones).
En el caso dado, la cantidad de protones es 7 y la cantidad de electrones es 9. Esto significa que el átomo ha ganado dos electrones adicionales, lo que resulta en una carga neta negativa. Por tanto, el átomo es un anión.