Los científicos pueden utilizar simulaciones de laboratorio y modelos matemáticos para simular las condiciones que pudieron haber existido durante las primeras etapas de la evolución química. Al variar diferentes parámetros, pueden examinar cómo estas condiciones podrían haber contribuido a la formación de sistemas moleculares cada vez más complejos. Estos experimentos y modelos ofrecen un medio para generar predicciones comprobables e información sobre las posibles vías y mecanismos implicados en la evolución química.