El magnesio metálico reacciona con la solución de sulfato de cobre pero no con la solución de sulfato de cobre debido a la presencia de oxígeno disuelto en el agua. El oxígeno actúa como una barrera protectora en la superficie del metal de cobre, impidiendo que entre en contacto directo con el magnesio. Esta barrera evita que el magnesio se oxide y forme óxido de magnesio, lo que inhibiría la reacción entre el magnesio y el sulfato de cobre.
Experimento de atmósfera inerte:
Para demostrar este efecto, puedes realizar el siguiente experimento:
Tome dos recipientes y llénelos con una solución de sulfato de cobre.
Coloque un trozo de magnesio metálico en cada recipiente.
Burbujee gas nitrógeno puro en uno de los recipientes para crear una atmósfera inerte.
Observe los contenedores a lo largo del tiempo.
En el recipiente con el oxígeno disuelto, notarás una reacción entre la solución de magnesio y sulfato de cobre. El magnesio comenzará a disolverse y la solución se volverá azul debido a la formación de iones de cobre.
Sin embargo, en el recipiente con atmósfera inerte, no habrá reacción entre la solución de sulfato de magnesio y cobre. El magnesio permanecerá intacto y la solución permanecerá clara.
Este experimento muestra claramente que la presencia de oxígeno disuelto en el agua es necesaria para la reacción entre la solución de sulfato de magnesio y cobre.