El cloro gaseoso es tóxico y puede ser perjudicial si se inhala o entra en contacto con la piel. El color amarillo brillante de las jarras de cloro actúa como advertencia visual, ayudando a identificarlas y distinguirlas de otros recipientes o jarras, especialmente en ambientes peligrosos.
El color amarillo sirve como una señal visual inmediata para que las personas que trabajan con cloro o cerca de él tomen las precauciones necesarias, como usar equipo de seguridad adecuado, garantizar una ventilación adecuada y manipular el cloro con cuidado. Ayuda a prevenir la exposición accidental o la confusión con otras sustancias, mejorando así la seguridad en los lugares de trabajo donde se utiliza o almacena cloro.