Cuando un gas alcanza su punto de condensación, sufre una transición de fase y se convierte en líquido. En el punto de condensación, el gas está en equilibrio con su fase líquida, lo que significa que la tasa de evaporación es igual a la tasa de condensación. El punto de condensación también se conoce como punto de rocío, ya que es la temperatura a la que el vapor de agua del aire se condensa en agua líquida.