Cuando una sustancia se calienta, sufre un proceso llamado "calentamiento" o "transferencia de calor". El calentamiento implica la transferencia de energía térmica de un objeto (o ambiente) más caliente a un objeto o sustancia más frío. Por ejemplo, cuando colocas una olla con agua en una estufa, el calor de la estufa se transfiere a la olla, lo que hace que el agua se caliente.