Una mezcla homogénea es aquella en la que la composición y las propiedades son uniformes en todas partes. Esto significa que cada parte de la mezcla tiene la misma composición y propiedades.
Por ejemplo, si tienes una mezcla de sal y agua, la composición de la mezcla será la misma sin importar de dónde tomes una muestra de la mezcla. La sal se distribuirá uniformemente por toda el agua.
Por el contrario, una mezcla heterogénea es aquella en la que la composición y las propiedades varían a lo largo de la mezcla. Por ejemplo, si tienes una mezcla de arena y agua, la composición de la mezcla variará dependiendo de dónde tomes una muestra de la mezcla. La arena se concentrará en el fondo del recipiente, mientras que el agua estará en la parte superior.