Evaporación: La tinta soluble en agua se calienta hasta su punto de ebullición, lo que hace que los componentes volátiles (como el agua y algunos compuestos orgánicos) se evaporen y se conviertan en vapor.
Condensación: Luego, el vapor sube y entra en un condensador, que es un tubo enrollado rodeado de agua fría. El vapor entra en contacto con la superficie fría del condensador, lo que hace que se condense nuevamente en líquido.
Colección: El líquido condensado, que ahora es agua purificada, se recoge en un recipiente aparte.
Al repetir este proceso varias veces, la tinta soluble en agua se puede purificar y concentrar aún más.