La industria del petróleo y el gas ha practicado el fracking durante décadas, pero no fue hasta hace poco que el público comenzó a conocer los productos químicos utilizados en el proceso. Gracias a los nuevos requisitos de divulgación, ahora sabemos que los fluidos de fracking pueden contener una amplia gama de sustancias químicas peligrosas, entre ellas:
* Benceno:Un carcinógeno conocido que puede causar leucemia y otros cánceres de sangre.
* Tolueno:Una neurotoxina que puede causar mareos, confusión y pérdida de memoria.
* Xileno:Un solvente que puede irritar la piel, los ojos y el tracto respiratorio.
* Plomo:Un metal pesado que puede dañar el cerebro y el sistema nervioso.
* Arsénico:Un metaloide tóxico para el hígado, los riñones y la piel.
Estos son sólo algunos de los muchos productos químicos peligrosos que se pueden encontrar en los fluidos de fracking. Aún se desconoce el alcance total de los riesgos para la salud asociados con el fracking, pero la evidencia sugiere que es una amenaza importante para la salud pública.
Uso generalizado de productos químicos peligrosos en el fracking
El uso de productos químicos peligrosos en el fracking está muy extendido. Un estudio reciente de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) encontró que los fluidos de fracking generalmente contienen más de 100 químicos diferentes, muchos de los cuales se sabe que son tóxicos. La EPA también encontró que estos químicos pueden contaminar el agua subterránea, el agua superficial y el suelo.
La industria del petróleo y el gas sostiene que el fracking es seguro, pero la evidencia sugiere lo contrario. El uso generalizado de productos químicos peligrosos en el fracking supone una grave amenaza para la salud pública.
¿Qué se puede hacer para reducir los riesgos del fracking?
Hay varias cosas que se pueden hacer para reducir los riesgos del fracking, entre ellas:
* Exigir a las compañías de petróleo y gas que revelen todos los productos químicos utilizados en los fluidos de fracking.
* Prohibir el uso de productos químicos peligrosos en los fluidos de fracking.
* Hacer cumplir normas estrictas sobre las operaciones de fracking para evitar la contaminación de los suministros de agua.
* Invertir en fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
Al tomar estas medidas, podemos ayudar a proteger la salud pública de los riesgos del fracking.