Sin embargo, las PFAS también se han relacionado con una serie de problemas de salud, entre ellos:
* Cáncer: Las PFAS se han relacionado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer de riñón, el cáncer testicular y el cáncer de próstata.
* Defectos de nacimiento: Las PFAS se han relacionado con un mayor riesgo de defectos congénitos, como labio y paladar hendido, y bajo peso al nacer.
* Problemas del sistema inmunológico: Las PFAS se han relacionado con una respuesta inmune disminuida, lo que puede hacer que las personas sean más susceptibles a las infecciones.
* Problemas de tiroides: Las PFAS se han relacionado con un mayor riesgo de problemas de tiroides, como hipotiroidismo y bocio.
* Daño hepático: Las PFAS se han relacionado con daño hepático, como la enfermedad del hígado graso.
* Daño renal: Las PFAS se han relacionado con daño renal, como insuficiencia renal.
* Problemas de desarrollo: Las PFAS se han relacionado con problemas de desarrollo en los niños, como retraso en el crecimiento y problemas de aprendizaje.
Los PFAS son un contaminante ambiental persistente, lo que significa que pueden permanecer en el medio ambiente durante muchos años. También pueden acumularse en el cuerpo humano con el tiempo, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de salud.
No existe un nivel seguro de exposición a PFAS. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha establecido un nivel de recomendación sanitaria de 70 partes por billón (ppt) para PFAS en el agua potable. Sin embargo, algunos científicos creen que niveles incluso más bajos de PFAS pueden ser perjudiciales para la salud.
La mejor manera de reducir su exposición a las PFAS es evitar productos que las contengan. También puede filtrar el agua potable para eliminar los PFAS. Si le preocupa su exposición a las PFAS, puede hablar con su médico.