Las trufas son un tipo de hongo que crece bajo tierra y son muy apreciados por su sabor y aroma únicos. Se utilizan en una variedad de platos, como pasta, risotto y salsas, y pueden alcanzar precios elevados, especialmente para variedades raras y buscadas como la trufa del Piamonte (Tuber magnatum). Sin embargo, la gran demanda de trufas también ha provocado un aumento del fraude alimentario, ya que variedades de trufas más baratas u otros productos se venden como trufas de Piamonte, más caras.
El nuevo método analítico, desarrollado en colaboración con investigadores del Consejo Nacional de Investigación de Italia y el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia (INRA), implica recolectar los COV emitidos por las trufas mediante una técnica de microextracción en fase sólida con espacio de cabeza (HS-SPME). Luego, los COV se analizan mediante cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS), que permite la identificación y cuantificación de compuestos individuales.
Los investigadores probaron el método en una variedad de especies de trufas y descubrieron que podía distinguir con precisión entre diferentes especies, incluida la trufa de Piamonte y otras especies estrechamente relacionadas. También descubrieron que el método podía detectar la presencia de adulterantes, como la adición de especies de trufas menos costosas u otros ingredientes, a las trufas genuinas de Piamonte.
El nuevo método analítico es un importante paso adelante en la lucha contra el fraude alimentario en trufas y productos alimenticios similares de alto valor. Proporciona una forma rápida y precisa de detectar adulteración y etiquetado incorrecto, lo que ayuda a proteger a los consumidores y garantizar que obtengan los productos auténticos por los que están pagando. El método también podría aplicarse a otros productos alimenticios en los que exista riesgo de fraude, como el aceite de oliva, el vino y la miel.